Las 'start-up' capaces de avanzar con fondos propios y ser rentables cobran más atractivo en el contexto actual de caída de la inversión. Estas firmas apuestan por un crecimiento sostenible antes que por las rondas de financiación.
La start up barcelonesa Nora Real Food, dedicada a cocinar y enviar diariamente menús saludables a los empleados de las empresas, es otro ejemplo de negocio que ha optado por ir en solitario en su crecimiento. La compañía consiguió 455.000 euros en una ronda en 2020 que le ayudó a despegar en las primeras fases del negocio y, posteriormente, ha ido creciendo poco a poco, de forma sostenida. Una de sus fundadoras, Nora Vallcorba, explica que "la compañía ha pasado de facturar 600.000 euros en 2020 a cerrar este año con un volumen de 5 millones".
Vallcorba explica que "crecer sin fondos tiene sus puntos positivos y negativos, como todo en la vida. Entre las ventajas destacaría que aprendes lo que es la resiliencia y la fortaleza. Te has de enfrentar a desafíos económicos desde una fase muy inicial de la empresa y esta capacidad de adaptarse y superar obstáculos es muy valiosa con los años. La falta de recursos fomenta la creatividad y la habilidad para encontrar soluciones innovadoras. Al crecer sin fondos sueles desarrollar una mentalidad de hacer más con menos y encontrar maneras ingeniosas de abordar problemas".
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